1. Tener una razón de peso para llevarlo a cabo.
Poner en marcha un evento conlleva un enorme esfuerzo de trabajo,
desembolso y altas dosis de estrés.
Un evento sólo tiene sentido si está justificado ¿su objetivo
únicamente puede alcanzarse mediante la presencia física de nuestros
invitados? ¿No sirve una llamada telefónica, el correo tradicional o
electrónico o cualquier otro medio? Debe ser realmente necesario que
nuestro público se desplace para asistir al lugar convocado, sino el
acontecimiento al que queremos dotar de repercusión quedará incompleto,
sin aprovechar el amplio abanico de posibilidades que nos ofrece un
evento.
2. Un concepto adecuado que envuelva el evento.
El concepto elegido será la tarjeta de presentación de nuestra empresa u
organización. Nuestro concepto es el cuadro en el que enmarcamos
nuestro evento.
3. Una mentalidad de anfitrión de primera clase. En realidad, todo en un evento depende del anfitrión. Éste es quien
tiene la sartén por el mango, quien hace y deshace, quien lleva el
control dado que toma las decisiones y destina los recursos.
Un anfitrión comunica tanto como el mismo evento, es la
personificación de nuestro concepto, quien transmite éste en palabras y
maneras. Pero, siempre, sin descuidar a los invitados presentes aunque,
después el evento tenga repercusión mediática y llegue a otros públicos
potenciales.
4. Invitados sí pero, personas ante todo. Se
supone que elegimos cuidadosamente a nuestros invitados porque, en este
caso concreto, son nuestro público más valioso.
Del primero al último de nuestros invitados son importantes y
cuanto más conozcamos el perfil de cada uno de ellos, mejor podremos
ofrecemos un trato personalizado.
5. Un espacio en común. Al final necesitamos
elegir el lugar donde encontrarnos con nuestros invitados pero, un
espacio no es sólo esto. Tiene que adecuarse al concepto elegido: ser
emblemático, imponente o enfocado al entretenimiento.
Tiene que permitirnos una perfecta habilitación de la zona para que sea
posible cubrir todas y cada una de las necesidades de los invitados.
Finca San Andrés en Cholula es un recomendable lugar que cubrirá todas las expectativas para un evento inolvidable. Conocenos en línea: